Manuel Carreira es sacerdote jesuita, licenciado en Lenguas Clásicas por la Universidad de Salamanca, licenciado en Filosofía por la Pontificia Universidad de Comillas, licenciado en Teología por la Facultad de Teología de la Universidad de Loyola (Chicago), máster en Física por la Universidad John Carrol (Cleveland), doctor en Física por la Universidad de Washington por su trabajo sobre los rayos cósmicos (dirigido por el Dr. Clyde Cowan, uno de los descubridores del Neutrino, junto con Fred Reines, ganador del Premio Nobel).
Trabajó para la NASA desarrollando un detector de rayos gamma que fuese usado en un satélite artificial y un sistema de control de fibras ópticas para aviones y sondas espaciales.
Desde 1971, enseña Física y Astronomía en Washington y Cleveland, y Filosofía de la Naturaleza en la Universidad Pontificia de Comillas en Madrid, dividiendo el año escolar entre ambos países. Desde el 74 formó parte de la junta directiva del Observatorio Vaticano.
Su interés por la Astronomía lo ha llevado a desarrollar dos nuevos instrumentos adecuados para usar como ayuda docente o para el disfrute de la observación astronómica: un firme y cómodo soporte para prismáticos, por el que se le concedió una patente en Estados Unidos, y fue seleccionado como uno de los diez productos más importantes del año 2001 en la famosa revista ‘Sky and Telescope y un sistema óptico plegado que permite que un instrumento portátil libere una gran energía .
En la actualidad, ya jubilado, se dedica a dar conferencias por todo el mundo.
Aquí os pongo la entrevista radiofónica. Espero que la disfruten.
Trabajó para la NASA desarrollando un detector de rayos gamma que fuese usado en un satélite artificial y un sistema de control de fibras ópticas para aviones y sondas espaciales.
Desde 1971, enseña Física y Astronomía en Washington y Cleveland, y Filosofía de la Naturaleza en la Universidad Pontificia de Comillas en Madrid, dividiendo el año escolar entre ambos países. Desde el 74 formó parte de la junta directiva del Observatorio Vaticano.
Su interés por la Astronomía lo ha llevado a desarrollar dos nuevos instrumentos adecuados para usar como ayuda docente o para el disfrute de la observación astronómica: un firme y cómodo soporte para prismáticos, por el que se le concedió una patente en Estados Unidos, y fue seleccionado como uno de los diez productos más importantes del año 2001 en la famosa revista ‘Sky and Telescope y un sistema óptico plegado que permite que un instrumento portátil libere una gran energía .
En la actualidad, ya jubilado, se dedica a dar conferencias por todo el mundo.
Aquí os pongo la entrevista radiofónica. Espero que la disfruten.
Me gustan los jesuitas, y más si son tan trabajadores y tan cultos como éste, y más aún si van con alzacuellos.
ResponderEliminarHay que trabajar, hay que estudiar, la vida va pasando sin que nos demos cuenta.
Un gran hombre vestido como Dios manda. ¡Como tiene que ser!.
ResponderEliminarMe encantaría que pusiese en claro, a más de uno, lo de cambio climático, porque aquí, en Sevilla, desde que tengo uso de razón, llueve como todos los años en invierno, y en verano no se derrite el asfalto de puro milagro.
Fernando, muchísimas gracias por comentar. Yo comparto tu gusto en este sentido y, confieso, que siento mucha admiración por este hombre.
ResponderEliminarCapuchina, tus deseos son órdenes. Aquí te pongo su opinión sobre el cambio climático:
—Recientemente se observa una preocupación por el calentamiento del planeta, incluso hay toda una cruzada encaminada a que la humanidad se movilice para evitar toda suerte de cataclismos. ¿Qué nos dice la ciencia? ¿Hay razones para alarmarse? ¿Qué deberíamos hacer?
P. M. Carreira: Lo primero que hay que tener en cuenta es que el planeta Tierra ha pasado por muchas épocas de distinta temperatura, por razones astronómicas, por impactos de cuerpos venidos del espacio (como el que terminó con los dinosaurios), por actividad volcánica, por los movimientos de continentes que cambian las corrientes marinas: todo esto ha cambiado el clima terrestre mucho antes de que venga el hombre. Hoy se habla de que hay mucho anhídrido carbónico en la atmósfera y que eso produce un calentamiento. La ciencia, por medidas de terrenos antiguos, conoce el clima en épocas muy anteriores al ser humano, y qué cantidad de anhídrido carbónico tenía la atmósfera. Durante un periodo muy largo de tiempo se dio una época glacial, de hielo cubriendo la mayor parte del planeta, cuando más anhídrido carbónico había en la atmósfera. Ha habido periodos de calentamiento seguidos de periodos de enfriamiento pero, no sabemos bien por qué.
En titulares llamativos se dice que en toda la historia humana nunca hubo una época tan caliente como la actual. Eso es falso, porque tenemos pruebas históricas de que desde el año 800 al 1300, cinco siglos, la temperatura era varios grados superior a lo que es hoy y se llama a esa época, la época optima del Medioevo, porque floreció la agricultura. Groenlandia, en vez de estar cubierta por glaciares, tenía vegetación que justificó su nombre: tierra verde (Green land). Ahora se habla del calentamiento como debido al hombre, pero entonces no había automóviles, ni centrales de carbón echando humo a la atmósfera y la temperatura era varios grados superior a lo que es hoy. Vino luego un periodo de enfriamiento desde el siglo XVII hasta fines del XIX. A partir de 1900 hasta 1940 aumentó la temperatura, en ½ grado, y esto era antes de que hubiese tantos automóviles, centrales de carbón, etc. Desde 1940 a 1975, con muchas más fuentes de contaminación, se enfrió el planeta hasta tal punto que en 1977, una publicación de la Academia de las Ciencias de los Estados Unidos, dijo que estábamos probablemente comenzando una época glacial; esto hace 30 años que se dijo con toda esta clase de detalles.
Vino luego otra vez un periodo de recuperación, de elevarse la temperatura un poco, hasta el año 2000, sin cambio apreciable desde entonces. Resumiendo: ha habido épocas en que antes de que aumentase la cantidad de anhídrido carbónico de una forma importante había calentamiento, y hubo épocas en que con cantidad de anhídrido carbónico muy superior a las de hoy hubo enfriamiento. La actividad humana puede causar un calentamiento extra, pero no es la razón única ni probablemente la más importante. Hay que ver las cosas en su contexto y decir que la actividad humana puede hacer que un calentamiento por causas naturales ocurra más rápidamente y sea peor el efecto, y hay que actuar responsablemente, pero no se puede decir sin más que la actividad humana sea la causa única o principal del calentamiento que ahora se observa en períodos cortos de tiempo.
Habría que enseñarles a estos señores del "calentamiento global", que se están haciendo rico a base de contarnos historias para no dormir, las contestaciones de D. Manuel Carreira, para que se enteren de una vez y que no nos cuenten más historias falsas.
ResponderEliminarMuchísimas gracias, Andy.
Un abrazo
Bom dia! Obrigada pela visita! O conhecimento e os sonhos são pontos em comum de interesse entre as pessoas. A verdade está espalhada entre as pessoas pelo mundo, e cada vez mais, vamos juntando estes pedacinhos e acrescentando valores à nossa vida.
ResponderEliminarCarla Fernanda