Cor ad cor loquitur
El corazón habla al corazón
El corazón habla al corazón
“He aquí que ha llegado el tiempo de hablar…Es necesario no ocultar vuestros talentos bajo un velo, ni vuestra luz bajo el celemín. Yo quisiera contar con laicos preparados, no arrogantes, ni impacientes ni querellantes, sino hombres que profesan sinceramente su religión, que se identifican con ella, que saben justificar su punto de vista, que conocen bien las verdades de su fe de las que pueden dar cuenta, que estén bien informados de la historia, que puedan defender estas verdades. Yo quisiera laicos inteligentes, bien formados… Yo espero que vosotros sabréis ampliar vuestros conocimientos, desarrollar vuestra razón y que aprenderéis a discernir la relación de una verdad con otra, a ver las cosas tal como ellas son, y a percibir los fundamentos y los principios del catolicismo”.
¡Qué alegría tan grande que el Santo Padre haya hecho beato al cardenal J.H. Newman que ha sido un ser más que extraordinario. ¡Qué palabras tan preciosas!
ResponderEliminar¿Sabes quién lo leía a menudo? Benedicta de la Cruz que también se convirtió al catolicismo, pues ella fue judía de nacimiento.
Me ha encantado tu entrada.Si no te importa la voy a copiar.
Un abrazo
Excelentes instrucciones, desde luego. Se ve que debía de ser un hombre inteligente y bueno.
ResponderEliminarLeí hace años la Apología pro vita sua, la autobiografía de sus años hasta la conversión, interesantísima incluso si no se sabe mucha teología. Por lo poco que sé de su vida, no tuvo la importancia que hubiera debido tener en la Iglesia, sólo al final el Papa León XIII subsanó su olvido nombrándole Cardenal, ya muy viejo.
ResponderEliminarC, muchas gracias por comentar. No sabía lo de Benedicta de la Cruz... y eso que le dediqué dos post en el apartado de biografías (Edith Stein). Muchas gracias por el dato.
ResponderEliminarPAINted, tiene usted toda la razón.
Fernando en parte tienes razón (porque lamentablemente a los genios se les suele reconocer tarde y no pocas veces mal) y en parte no... porque fíjate que fue invitado al Concilio Vaticano I (es el que le pilló a él) y declinó la invitación diciendo: "Soy además de esos hombres cuya vocación no se encuentra en esta clase de asambleas eclesiásticas”.
Él mismo huía (en la medida de lo posible) del protagonismo eclesial.
Un abrazo a todos.