Cada quince días viajo a Tierra Santa.
Cada quince días acampo en el Calvario.
Cada quince días venero el cuerpo sufriente de Cristo.
Cada quince días beso sus pies.
Cada quince días me quedo con Él, junto a su cruz, y trato de hacerle el sufrimiento más llevadero.
Cada quince días me quedo con mi sobrina de año y medio de edad en el hospital, cuidándola.
-¿Dónde está Dios?, me han llegado a preguntar.
-A Dios le están poniendo quimioterapia en la cuarta planta, respondo yo.
«Cuando el Hijo del hombre venga en su gloria acompañado de todos sus ángeles, entonces se sentará en su trono de gloria. Serán congregadas delante de él todas las naciones, y él separará a los unos de los otros, como el pastor separa las ovejas de los cabritos.
Pondrá las ovejas a su derecha, y los cabritos a su izquierda. Entonces dirá el Rey a los de su derecha: 'Venid, benditos de mi Padre, recibid la herencia del Reino preparado para vosotros desde la creación del mundo. Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; era forastero, y me acogisteis; estaba desnudo, y me vestisteis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y acudisteis a mí.'
Entonces los justos le responderán: 'Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te dimos de comer; o sediento, y te dimos de beber? ¿Cuándo te vimos forastero, y te acogimos; o desnudo, y te vestimos? ¿Cuándo te vimos enfermo o en la cárcel, y acudimos a ti?'
Y el Rey les dirá: En verdad os digo que cuanto hicisteis a uno de estos hermanos míos más pequeños, a mí me lo hicisteis. (Mt 25, 31 ss)
Pondrá las ovejas a su derecha, y los cabritos a su izquierda. Entonces dirá el Rey a los de su derecha: 'Venid, benditos de mi Padre, recibid la herencia del Reino preparado para vosotros desde la creación del mundo. Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; era forastero, y me acogisteis; estaba desnudo, y me vestisteis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y acudisteis a mí.'
Entonces los justos le responderán: 'Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te dimos de comer; o sediento, y te dimos de beber? ¿Cuándo te vimos forastero, y te acogimos; o desnudo, y te vestimos? ¿Cuándo te vimos enfermo o en la cárcel, y acudimos a ti?'
Y el Rey les dirá: En verdad os digo que cuanto hicisteis a uno de estos hermanos míos más pequeños, a mí me lo hicisteis. (Mt 25, 31 ss)
Aunque lo sabía, se me ha partido el alma leyéndote.
ResponderEliminarLa encomiendo y pido por vosotros en la Santa Misa.
El Señor sabe lo que hace.
Muchísimas gracias C.
ResponderEliminarHace ya muchos meses que pasamos por los momentos más duros y críticos, pensabamos que se nos iba. Pero el Señor nos ha ayudado en todo momento y ahora la niña esta muy muy bien, el tumor hace tiempo que le desapareció, gracias a Dios, y ahora ya sólo le quedan 8 quimios y radioterapia, pero para prevenir.
Os agradecería a todos que encomendárais a mi sobrina, pero sin pena, al Señor,para que siga así de bien y termine totalmente recuperada.
Muchas gracias, de corazón.
Qué buen post, Andy.
ResponderEliminarPensé, no sé por qué, que la sobrina a la que acompañabas era una joven. La enfermedad y el hospital siempre son un drama, pero si encima le toca a un niño, ya es para echarse a llorar.
Sí, tienes razón: las desgracias que nos tocan de cerca nos interrogan por Dios. ¿Dónde está Dios? Es fácil decir buenas palabras cuando el drama (la enfermedad, la muerte) le toca a otro, pero cuando le toca a uno o a alguien cercano nuestra fe se pone a prueba.
Rezaré por tu sobrina, y por toda la familia. Tengo un misterio del Rosario para la gente que lo pasa mal; ahí irá tu sobrina, espero que por poco tiempo.
Muchísimas gracias Fernando, que el Señor te lo tenga en cuenta.
ResponderEliminarUn abrazo.