En el vientre de una mujer embarazada, dos gemelos sostienen una breve e interesante conversación porque uno de ellos es creyente y el otro ateo.
- El ateo: ¿Hermano, tú crees en la vida después del nacimiento?
- El Creyente: Por supuesto. Todos saben que hay vida después del nacimiento. Estamos aquí para crecer, estar fuertes, y prepararnos para lo que nos espera cuando salgamos.
- El ateo: ¡Tonterías! No puede haber vida después del nacimiento.
¿Puedes imaginarte como sería esa vida?
- El Creyente: No conozco los detalles y de momento no tengo mucha imaginación, pero supongo que fuera hay más luz. Tal vez allí caminemos y nos alimentemos solos.
- El ateo: ¡Qué disparate! ¡Es imposible caminar y alimentarnos solos! Tenemos el cordón umbilical que nos alimenta. Solamente quiero recordarte esto: la vida después del nacimiento es imposible, porque nuestra vida depende del cordón, y el cordón, es demasiado corto.
- El creyente: Estoy seguro que es posible. Sólo que será un poco
diferente. Quizá muy diferente.
- El ateo: Pero no hay nadie que haya regresado de allí, no te hagas ilusiones. La vida sencillamente se termina con el nacimiento. Y, sinceramente, la vida está llena de incomodidades en la oscuridad. Esto es demasiado estrecho para los dos.
- El creyente: No sé exactamente cómo será la vida después del
nacimiento pero en cualquier caso, vamos a conocer a nuestra mamá, ¡Y ella cuidará de nosotros!
- El ateo: ¿Mamá, has dicho? ¿Tú crees que tenemos una mamá? ¿Y entonces dónde está?
- El creyente: Ella está por todos lados, a nuestro alrededor, y
nosotros nos encontramos dentro de ella. Nos movemos por ella y
gracias a ella estamos vivos. Sin ella no existiríamos.
- El ateo: ¡Qué tontería! Yo no he visto una mamá así; por lo tanto no existe.
- El creyente: Yo tampoco la he visto. Pero cuando no me das patadas, y pasamos momentos buenos de tranquilidad, la oigo cantar; es una música dulce. Estoy deseando encontrarme con ella. Entonces, además de oírla, la veremos.
miércoles, 23 de febrero de 2011
Un cuentecito para pensar
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¡Qué buen símil, oye! Gracias
ResponderEliminargracias, hermoso cuento que el Señor nos conceda ser verdaderos portadores de vida que todo aquellos que se acerquen a nosotros encuentren vida que es Cristo jesús mil gracias muy unidosen oración y un abrazo muy fuerte y suerte el viernes estamos pendiente y oramos
ResponderEliminarFELICIDADES por ese año que Dios te bendiga y te guarde siempre y sigas siendo un Don para todos gracias un poco tarde perdona
ResponderEliminarBueno, ¡qué sorpresa, qué bonito, la verdad! Un abrazo.
ResponderEliminar¡Que bonito!
ResponderEliminarMuy bonito, Andy. Me recordó el caso terrorífico de una señora inglesa que se sometió a fecundación artificial, se quedó embarazada de dos bebés y abortó a uno de ellos, porque dos le parecían demasiado gasto.
ResponderEliminar¡Que hermoso relato Andy!
ResponderEliminarLo que sucede ahora, en nuestro mundo, antes de nacer para la vida eterna.
Gracias!!
¡Me alegro de que os haya gustado!
ResponderEliminarPD: Fernando, qué siniestro... no tenía ni idea :S
ES genial¡¡¡ y tan palpable para explicar a algun amigo demasiado "realista"
ResponderEliminarMe ha encantado
Gracias por la historia¡¡¡
!Hola¡ ANDY que tal el examen de ayer espero que bién me pasaba por aquí por saber de ti muy unidos en oración un abrazo
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