miércoles, 3 de noviembre de 2010

La experiencia religiosa


Hoy os traigo un fragmento de J. Martín Velasco, una verdadera eminencia en Teología y Fenomenología del hecho religioso, que creo que define muy bien la experiencia religiosa:



"La vivencia de la experiencia (religiosa) comporta en la zona de las emociones y los sentimientos: alegría y padecimiento; exultación y serenidad; entusiasmo que saca de sí y reconciliación interior; sobrecogimiento y fascinación; respeto reverencial y amorosa intimidad; seguridad absoluta y exposición al máximo riesgo; sentimiento de plenitud y radical vaciamiento; sentimiento de indignidad y autoestima agradecida... Reflejarían, pues, la condición `pascual´de toda experiencia de Dios que exige del hombre atreverse a perder su vida para salvarla".

3 comentarios:

  1. Los místicos estarían "tocando" toda esta fenomenología ¿no?
    Esa vivencia tiene que ser maravillosa y se debe vivir muy cerquita de Dios.

    Te lo copio, si no te importa.
    Me ha encantado.

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  2. Está muy bien descrito, Andy.

    Hay personas ateas en que la ausencia de Dios lleva a estos mismos sentimientos, y eso puede generar histeria y locura. El sí pleno a Dios, propio de los místicos, puede llevar a la locura si lo aplicas al Mundo, el sí al Mundo como si fuera el sí a Dios, y lo mismo con los demás sentimientos que cita el texto.

    El ateísmo como fuente de la neurosis.

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  3. C, Fernando, muchas gracias por comentar.

    En realidad, dichas sensaciones las podemos experimentar los creyentes de a pie. Alegría por sentirse amado por Dios y padecimiento por sentir que no le correspondemos bien. Exultación por sentirse querido y salvado y serenidad al afrontar el día a día, sentimiento de indignidad por nuestros pecados y autoestima agradecida por sentirse comprendido y amado etc...

    Gracias

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