Hoy no pondré una larga o sesuda reflexión,a veces, en determinados momentos, dichas reflexiones están de más.
Cuando era pequeño mi padre me enseñó a nadar en la piscina de mi tía. Recuerdo que me sentaba en la escalerilla y él se alejaba, más o menos un metro, abría sus brazos y me pedía que me lanzara hacia él.
A mí me daba un miedo horrible porque, de pequeño, uno ve las distancias más grandes y los abismos más profundos. Para mí el trecho era grande como un océano y la profundidad me daba muchísimo miedo... realmente me daba pánico ahogarme.
Finalmente me lancé a sus brazos, no por valentía sino por confianza. Fue la confianza en mi padre, mi fe en que él me cogería y no dejaría que me ahogase, lo que me dió fuerzas para vencer mi miedo.
Para mí la muerte es algo parecido, un lanzarse a los brazos de Dios, no por valentía, pues todos somos pequeños y ese abismo nos parece enorme y terrible, sino por confianza en Aquel que nos ama y nos espera para darnos la Vida.
Les dejo ahora con el poema-testamento espiritual de Martín Descalzo:
Cuando era pequeño mi padre me enseñó a nadar en la piscina de mi tía. Recuerdo que me sentaba en la escalerilla y él se alejaba, más o menos un metro, abría sus brazos y me pedía que me lanzara hacia él.
A mí me daba un miedo horrible porque, de pequeño, uno ve las distancias más grandes y los abismos más profundos. Para mí el trecho era grande como un océano y la profundidad me daba muchísimo miedo... realmente me daba pánico ahogarme.
Finalmente me lancé a sus brazos, no por valentía sino por confianza. Fue la confianza en mi padre, mi fe en que él me cogería y no dejaría que me ahogase, lo que me dió fuerzas para vencer mi miedo.
Para mí la muerte es algo parecido, un lanzarse a los brazos de Dios, no por valentía, pues todos somos pequeños y ese abismo nos parece enorme y terrible, sino por confianza en Aquel que nos ama y nos espera para darnos la Vida.
Les dejo ahora con el poema-testamento espiritual de Martín Descalzo:
“Morir sólo es morir. Morir se acaba.
Morir es una hoguera fugitiva.
Es cruzar una puerta a la deriva
y encontrar lo que tanto se buscaba
Acabar de llorar y hacer preguntas;
ver al Amor sin enigmas ni espejos;
descansar de vivir en la ternura;
tener la paz, la luz, la casa juntas
y hallar, dejando los dolores lejos,
la Noche-luz tras tanta noche oscura”.
Morir es una hoguera fugitiva.
Es cruzar una puerta a la deriva
y encontrar lo que tanto se buscaba
Acabar de llorar y hacer preguntas;
ver al Amor sin enigmas ni espejos;
descansar de vivir en la ternura;
tener la paz, la luz, la casa juntas
y hallar, dejando los dolores lejos,
la Noche-luz tras tanta noche oscura”.
En la página web de mi diócesis he encontrado una canción que utiliza la letra de este poema. Para escucharla Pincha aquí
"Lo que comunica más serenidad para afrontar la muerte es el recuerdo de una noble vida", Cicerón.
Me quedo con la última frase:
ResponderEliminar"...la Noche-luz tras tanta noche oscura”.
Una verdad ¡TAN GRANDE!
Pero, ¿encontraré lo que tanto busco?
Si lo que buscamos es Dios, si seguimos esa pulsión que nos viene de dentro, que nos hace buscar la Verdad, la Belleza y el Bien, sin duda.
ResponderEliminarSi buscamos cosas materiales, como dinero, poder, fama... entonces no nos encontraremos nada de lo buscado.
Estupenda entrada. Por mi trabajo he visto morir a muchos con esa esperanza, seguros de caer en los brazos del Padre. Un abrazo: Joan Josep
ResponderEliminarMuchas gracias Joan Josep por su comentario. Me alegro de que le gustase la entrada.
ResponderEliminarEs verdaderamente muy reconfortante poder morir rodeados de personas profesionales, como es su caso, que además son religiosos, porque así se siente uno mejor acompañado en ese momento tan trascendental.
Gracias.
Mis amores mas grandes, supieron enseñarme el camino de la fe, y honraron su vida, entregándose a los brazos del Señor confiados en su infinito amor.
ResponderEliminarHermoso blog, querido hermano.
Me quedo. Un abrazo.
Edit, mil gracias por tu comentario.
ResponderEliminarEsta es tu casa. Un abrazo hermana.