
Beato Juan Pablo II, ¡intercede por mi sobrina y por todos los niños que padecen esta enfermedad!
Mi sobrina está malita. No tiene apetito, vomita, sólo quiere dormir, está como sin fuerzas... La han ingresado en el hospital para hidratarla y hacerle pruebas. Probablemente sólo sea un virus pero, como su caso es especial, hay que tenerla vigilada y ver qué ocurre. No se puede bajar la guardia con el cáncer.
Mi hermana y mi cuñado lo están llevando con mucho ánimo, cosa que me consuela mucho, ya que no podéis imaginaros lo triste que es tener que estar ingresados en el hospital en estas fechas.
Ruego, por tanto, que alcéis vuestras oraciones por ella. Bombardead el cielo con vuestras súplicas por mi sobrina.
Ese quiero que sea mi regalo de Reyes, el único. Que ella se ponga bien.
Muchas gracias hermanos.